martes, 4 de mayo de 2010



Es increíble la conexión que existe, entre el recuerdo y el sentimiento, hay apenas una milésima de segundo en la que el inconsciente reacciona y te transporta a donde el recuerdo vive, haciéndote recordar lo que recuerdas y volver a sentir lo que entonces sentiste.


Es precisamente en ese momento, en el que la llama de la esperanza de la vida eterna se revive, se vuelve hacia atrás el tiempo, se puede soñar despierto.

Y es que la mente no distingue entre realidad y recuerdo, los sueños son tan reales que se puede sufrir y gozar en ellos, por ello soy cauteloso en lo que sueño, prefiero escoger bien los mismos, para poder revivir, aquello que más anhelo.



En un sueño no hay fronteras, volar, nadar, sufrir, gozar, reír, llorar; Incluso al soñar despierto, en el tráfico, en la calle, incluso mientras trabajas, recordando momentos evocamos sentimientos.

Todos los sentimientos están ahí, listos para que los vivas. Es mejor estar consciente y escoger muy sabiamente. Con cuidado, con cautela.

Tu decides con que sueñas,

Tu decides que recuerdas,
Tu decides como vives,

¿Qué recuerdos deseas evocar? ¿Cómo te quieres sentir?

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