Nunca ofendí la fe con la esperanza;
vivo presente en olvidada ausencia;
después de eternidades de paciencia
no merezco quejarme de tardanza.
Soy sacrificio que arde en tu alabanza
(fuera morir no arder sin resistencia);
¡ oh puro amor, oh nueva quintaesencia !,
de infierno sacas bienaventuranza.
Cerca de visto y lejos de mirado,
ni de agravios me vi favorecida,
ni tu olvido alcanzó de qué olvidarse;
tu descuido encarece mi cuidado;
quererte más no puedo, ni he podido,
que esto es amarte y lo demás amarse "
yo pensé que te podía olvidar y tu pensaste que me
podías reemplazar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario